Tal como lo anticipamos, llegó.
Lo triste. El final.
Lo que presagiábamos con cierto tono sarcástico melancólico sucedió.
Estamos hablando de cuentas bancarias. De pautas publicitarias. De fuentes de financiamiento. De heladeras lágrima. De la crisis, ¿te suena?
Como venimos expresando por todos los medios, ahora la situación es concreta: ya no tenemos más recursos económicos para seguir sosteniendo este proyecto como lo veníamos haciendo, publicando una edición mensual e intentando inyectar a diario ese contenido ―redes mediante― con el deseo de que leas lo que generamos, que al abrir las páginas de la revista encuentres un espacio cultural cerca de tu casa, a unx artista al que no conocías, que accedas a esto al que tanto tiempo y amor le dedicamos.
De algo estamos contentxs: amor nos sobra.
Porque si hablamos de recursos emocionales, humanos, creativos.
Ahí sí.
Ahí somos ricxs.
“¿Pero con eso qué hacemos?”, nos preguntamos asambleas mediante.
La heladera, por ejemplo, no la llenamos, alguien dice.
El alquiler no lo pagamos, dice otre.
Pero al menos el cuestionable sentimiento de que algo estamos haciendo para modificar este mundo que tiene el corazón con agujeritos.
¿Y ahora?
Ahora seremos crisálida, mutaremos en plan de ajuste.
Confiando en que si querés que sigamos (y que volvamos) te sumes a la Red Timbó, aportando mensualmente lo que puedas. Nos quedan contenidos en la parri, espacios, Colectivos y artistas por difundir, ganas en el tintero y que Tigre salga primero.
Ojalá te sumes.
Mientras tanto nos seguimos preguntando por el sentido de la vida, buscándole la vuelta en este incendiado laberinto.
¿Estás llorando? ¿Te dimos lástima? ¿Lo logramos?
Tonces, sumate a la RED.
Es sencillo, hacé click acá: https://forms.gle/kp12KbQDiQad3fLT9
O bien, si no te querés comprometer todos los meses, podés hacer un aporte voluntario al ALIAS: cooperativa.timbo
Sin más, a continuación, la Timbó de Mayo, la última, hasta nuevo aviso.
O la primera, si recién naciste y ya sabés leer.
¡Gracias!
Timbó
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
