¿Quién te dijo
que tu cuerpo y el mío
no fueron hechos para amarse,
para amarnos?
¿Quién se anima a opinar sobre cómo amamos
y cómo sentimos
si tu piel y mi piel se llaman,
se buscan,
se entregan,
nos borran los bordes,
nos funden
y así nos amamos,
desbordantes y fundidas,
como dos gotas
en la lluvia o en el mar?
Si encontrás tu capullo
al envolverte en mis brazos
y en el hueco de tu abrazo
es donde mejor respiro.
Si mi cabeza se mece en tu pecho
y agradece cada latido?
¿Si tu boca es imán de mi boca
y después de mi boca yo sigo.
¿Quién?
Decime, ¿quién, sin ser nuestros cuerpos,
tiene algo para decir
sobre tu cuerpo y el mío?
Poema: Ana Paula Morales