TEXTO: Franco Lopez
FOTOGRAFÍAS: María Ug
Después de tanto hacerse esperar Los mangrulleros sacan a la luz su nuevo material titulado El festín de los sabuesos. Un disco que surfea todos los estados de una persona nacida y criada a orillas del Río de la Plata: tango, milonga, candombe, vals y obviamente una buena dosis de rock.
Ellos presentaron el disco oficialmente con un show a todo trapo en Niceto, Capital Federal. Obviamente que los Timbó nos hicimos presentes para deleitarnos de semejante festín.
Antes de comenzar a hablar del disco me gustaría hacer un apartado hacia la gente que consume a Los mangrulleros. Hacía mucho tiempo que no veía tanta algarabía y felicidad en la espera de un show. Muchas personas conocidas arengando a que arranque el show, tales como An Espil y Magamo de Nafta, el Mono Torres de Agua de florero. También estaba Mariano Balzano y hasta el rapero Andru Santos. Se vibraba un clima de fiesta. No voy a mentir pero el día del show me habré cruzado alrededor de diez personas que no veía hacía bastante tiempo y que cuando arrancó el show potenció todo ese encuentro. Cuestión. Vamos a lo que realmente importa: Los mangrulleros.
El show comenzó con un candombe para despabilar al público. “Candombe de la esquina”, que es con el que arranca el disco. Una introducción potente con la cuerdita al frente junto con la bata y la percusión y obviamente los riff hiteros del ya conocido Ushi cerviño. Al toque nomás Barbeta comienza a expulsar poesía por su boca:
“La gente se levanta de la cama
la abuela sale bailando en pijama
las almas se encendieron en el barrio
alpiste para todos los canarios
hay un candombe allá en la esquina
hay una bala florecida”
Cabe destacar que el show fue acompañado con una escenografía ya característica de Los mangrulleros: un farol encendido al costado, luces tenues y una mesita con adornos de rosas y obviamente vino tinto. Infaltable en esta velada. Continuemos. El show tuvo varios momentos excelsos. Uno que me guardo a fuego fue cuando apareció a recitar el Gusti. Su voz es tan serena que puede calmar a toda una muchedumbre. El Gusti apareció entre las tinieblas del escenario y comenzó:
“Después de tanta soda y
sobremesa
uno se olvida de cómo
arrancar la marcha
o
quién miraba a quien.
Vení, pibe,
ayudame un poquito
hasta la barranca
nomás”
Después de este despilfarro de poesía, ¿cómo se sigue? Te digo que casi al toque nomás apareció el Auelo de Los militantes del climax empilchado como un tanguero para dar inicio a “Picante chiquilín”. Este tema puede ser tranquilamente un beat para que cualquier persona se sume a tirar barras. La guitarra criolla marcando los pasos junto con la bata de Manuel De Barrio y las teclas de Gianluca Bonfati Mele. De fondo escuché un sampleo que no llegué a distinguir pero que quedaba increíble.
Lo fascinante del show de Los mangrulleros es que nunca sabés con qué te vas a sorprender. De una milonga te saltan a un candombe. De un candombe a un vals. De un vals a un rock.
Fuerte al medio para mover toda la pelvis. “Chivudo”, uno de los temas que más me sorprendieron de este último disco. No solamente porque es algo nuevo en el mundo mangrullero, sino también porque se decidieron a ir más allá. ¿Qué es más allá? Rock puro con elegancia. Este tema tiene mucha data. Las percusiones de José Cerruti se fueron de tema. A esta altura del show ya estaba extasiado por la cantidad de cosas que hacía este sublime percusionista. ¿Y de Barbeta? Cuando cerraba los ojos, me hacía recordar a nuestro querido Luca Prodan.
Otro de los temas que sonaron en el show de Niceto fue “Las casuarí”. Un tema que tuvo de invitados a varixs vientistas que hicieron resonar todo el establecimiento. Un tema para relajar y disfrutar de las frases que decía Cusifai:
“Compré una vida en la góndola
porque la vi en la publicidad
flor de ofertón de caliente
no estuve atento
a la fecha de vencimiento”
El groove que tiene este tema en vivo es una cosa alucinante. El bajo y la bata caminando tranquilamente para que Cusifai pueda subirse y canturrear como tanto le gusta.
Durante el transcurso del show pasaron invitados de lujo como Santiago Plada, Mono Torres y Sophie Cabral. La sorpresa en el escenario fue An Espil. Digo sorpresa porque se me erizó la piel cuando la escuché cantar. No voy a explicar mucho sobre este himno conurbanoide. Solamente voy a dejar un fragmento de este pedazo de canción:
“Te digo qué te pasa uas
Contame todos tus fracasos
esperando que pase
el rato
las musas te vinieron a buscar
para que salgas a jugar y un amor del color del mar”
En resumen, el show de Los mangrulleros fue una cosa mágica. Dos horas de pura data fina en donde desfilaron músicxs. Uno mejor que el otro. Creo que en total habrán tocado esa noche quince músicxs. Recomiendo que vayan a escuchar a Los mangrulleros, que ofrecen una dulzura y frescura que no muchas personas saben mantener con el transcurso de los años.
REDES:
IG: @losmangrulleros
YT: Los Mangrulleros oficial
SP: Los Mangrulleros