Editorial: Guido Zappa / @guidozappacosta
Como todos los veranos desde que nació Timbó allá por el 2010, nos cuestionamos si seguir publicando, si seguir insistiendo con este proyecto que es, ni más ni menos: un medio de comunicación.
¿Para qué? Si nadie lee, ahora todo es videíto, así ganó el presidente, ¿podés creer? ¿una revista? Nah, ya fue. Mejor videítos.
Todos los años, con la esquizofrénica energía del impuesto calendario intentamos ordenar los cajoncitos de los proyectos para mentirnos una vez más sobre la ecuación tiempo-dinero con el deseo/autoflagelo de orientar la energía.
Ya no tenemos veinte, ¿y el tiempo tiene que ser?
PRO-DUC-TI-VO
Muy bien diez felicitade.
Entonces, sumado a este sentimiento —denso de por sí— un nuevo gobierno viene a mentir que la Cultura es un gasto, que lo que hacemos no tiene sentido, ¡con lo que cuesta encontrarle sentido a nuestro hacer! Como le pasará, seguramente, a tantos grupos, espacios y artistas de nuestro Conurbano Norte querido.
Este gobierno, entre otras aberraciones, viene a cuestionar nuestra razón de ser, a desestabilizarnos, a faltarnos el respeto.
¡Pero atención, a no desesperar!
Una noticia circula como protector solar bajo el sol de Febrero:
La función del arte es y será siempre “incomodar”. No existe quietud en nuestro hacer, no hay tranquilidad, no hay confort, o no debería haberlo.
Entonces, sacudidxs por la inestabilidad que nos caracteriza, nos volvimos a encontrar en un verano sin descanso. Y nos cruzamos.
En plazas, en festivales, en asambleas, en marchas.
La consigna es Colectiva:
SÍ A LA DEMOCRACIA
SÍ A LA CONSTITUCIÓN NACIONAL
NO AL DNU
NO A LA LEY ÓMNIBUS.
Timbó #104, año 14.
No sabemos cómo, pero acá estamos.
Un añito más insistiendo con las expresiones culturales de nuestros barrios.