Empezó el año y con razón.
Te diste cuenta porque las palomitas volvieron a la escuela; aquel espacio de valores, entusiasmo y libertad, ay la escuela. Los autos en doble fila, las balizas sonando, no. Las que suenan son las bocinas; ay esa musiquita. El tan anhelado tránsito nuestro de cada día, las horas pico que ya no son pico porque ahora todo el día autos por todos lados.
Es que sí.
Empezó el año y nuestro conurbano reee chetooo amigueee de cada día volvió a poblarse y vos que te preguntás por qué lxs que vacacionaron -que por cierto lxs extrañamos muche- no se quedaron allá, si acá tábamos trancu lo más bien: ibas al banco no había cola, en el tren te podías sentar y hay quienes que te vieron deslizándote en rollers por la full Pana; e´ cosa de loques.
Hola marzo del 2023, nosotrxs no olvidamos.
Que hubo una pandemia
que nos sumergió adentro de las pantallas
y si vos también sentís ese olor, es que nos están incendiando.
¡Si hay tragedia, que se note!
Es que sí.
A veces cuesta inyectar optimismo y en el camino hasta podemos perder el sentido, aunque hace años insistimos nos decimos esto de que nos merecemos un mundo un cachito más amable y no sé cuántas otras cosas nos decimos para auto justificarnos de que lo que hacemos tiene algún sentido y de que te animes de una vez a entrar a estas páginas que hoy son virtuales porque lo que queremos al fin es que te bajes del auto para darte un abrazo y bailar la nueva de Rosalía.
Hola Timbó #94, de nuevo en la rosca, con esa tosecita, resaca del Sars Covid.
Ay, acá estamos. Parece diciembre, pero no, recién arrancando marzo.