Una bandera de una berenjena y las ganas de juntarnos a mangiar unos terrenos en venta y la venganza poética, cine en barrios conurbanos, una historia leída con voz profunda y alta desde un corazón de la Quebrada de Humahuaca. ¿Y las elecciones? Conscientes. Ahora que podemos elegimos plantar un árbol y otro. Siento un árbol es: reforestar el monte y lo arrasado para respirar. Un árbol que siente es un mapa para ir donde puedas ser como seas.
Entonces, en estas páginas qué rico una buena berenjena al escabeche chorreando aceite en el pan, qué alegría encontrarnos en festivales, lo que compartimos, los espacios culturales, qué potente ver la cuenca del Plata, la defensa del territorio, el pantano convertido en barrio cerrado y los reenterrados de Punta Querandí, escuchar historias del norte jujeño y de amigues haciendo fila para entrar al cine del barrio gratis.
Elecciones de seguir alimentando culturas para todes, rincones donde cuidarnos, besarnos y hacerle frente al odio, al que quiera exterminar y ponerle precio al mar.