Pintura, fotos y texto: Fabi Di Luca
Para Juanele Ortíz, el oficio del poeta es “hacer participar al hombre de lo
natural”. Considera al mundo ya no como fondo u horizonte de la subjetividad,
como medio disponible sobre el que nos afirmamos y objetivamos
distinguiéndonos, sino como la posibilidad de volver posible otras alianzas entre lo
humano y lo no humano.
Siguiendo sus pasos: ¿puede el paisaje ser una epifanía, un umbral, una
anticipación de otra convivencia entre cuerpo y tierra, entre humanos y no
humanos, entre materia y espíritu? ¿Puede el paisaje hacer visibles los modos no
convivenciales de ocupar y violentar la tierra en lugar de habitarla? ¿Puede hoy el
paisaje establecer contacto entre pensamiento visual y potencia crítica?
Este óleo forma parte de una serie de paisajes pintados en la isla en que
vivo en la 1º sección de Islas del Delta, Tigre. Surgen del deseo de estar presente
en el mundo, este mundo isla, y de hacerlo presente a los demás. Presente en el
sentido temporal, sí, pero también en un paradójico sentido espacial y, por sobre
todo, en un sentido de regalo, de ofrenda, de invitación a compartir como paso
inicial para religar todo aquello que el logos occidental, eurocéntrico, fue
separando y que la lógica extractivista de los tiempos que corren pronuncian con
dolorosa fatalidad.
Zanja, mayo en la isla, 2020, óleo s/lienzo, 100 x 170cm
Montaje para exposición en la isla, noviembre 2021