
Reseña: Esteban Bresolin / @estebanbresolin
Fotografías: Paula Muzzio / @paumuzzio
Vanagamba cumple 10 años y los festeja a lo grande. Como parte de esta celebración, irrumpe en la escena con su nuevo espectáculo: Pajarraquito.
La obra cuenta los devenires de Mecha, una mujer trans que vive en un pueblo costero junto a su madre, una especie de monstruo felino. Mecha está al cuidado de Malvino, su hijo enfermo que vive en una pequeña jaula atado de pies y manos a una silla, repitiendo sólo lo que escucha. Ella va a recibir la visita de un misterioso personaje: el Doctor “Salvador Segura”, que llega extrañamente con la promesa de un nuevo tratamiento para el niño. Esta idea va a hacer cuestionar sus cimientos más profundos y poner en tensión, entre otras cosas, a su maternidad.

Gerardo Porión no parece estar sólo en escena. El actor y titiritero deslumbra con el trabajo que lleva adelante con la manipulación de los títeres; el desdoblamiento que produce entre los personajes que interpreta no deja de maravillar en cada oportunidad. Sorprende ver cobrar vida a los muñecos y dialogar con la mujer interpretada delicadamente por el histriónico actor. Es verdaderamente admirable cómo logra con gran virtuosismo transmitir dos (y hasta tres) personalidades bien diferentes dialogando entre sí.
En el plano visual, la obra posee un enorme caudal poético condensado en apenas unos objetos que logran generar un enorme universo, acompañado por un diseño de vestuario que completa y termina de definir una estética cuidada en cada detalle y potenciada por un diseño de luces preciso y delicado. Como si toda esta fuerza visual fuera poca, el espectáculo tiene un tratamiento sonoro sólidamente diseñado, que encanta al espectador una y otra vez y lo acompaña de la mano en su paso por la historia.


El argumento transita senderos sórdidos. La obra maneja elementos muy susceptibles, que llevan al espectáculo a un filo riesgoso, hace que nos preguntemos sobre algunos principios que parecían incuestionables. Queda claro que el equipo de trabajo es muy consciente de esto y aborda el argumento con extremo cuidado. Tal es así, que por momentos el desarrollo argumental comienza a dar rodeos para hacer más digerible su transcurrir dramático. Entiendo que este mecanismo necesita cierto ajuste en cuanto a tiempos y ritmos para que no resulte excesivo. Si bien el texto logra momentos de gran belleza lingüística, creo que no está del todo preciso y ajustado a su función escénica y eso termina debilitando la tensión dramática.


Estos pequeños detalles nacidos seguramente de la falta de rodaje del material no condicionan bajo ningún punto de vista el disfrute de la obra, que desborda en poesía y teatralidad como nos tiene acostumbrados Vanagamba.
Celebro un nuevo espectáculo de la calidad de Pajarraquito rodando por la zona y levanto mi copa para festejar los 10 años de este grupo que ya se ha transformado en un clásico del teatro independiente regional.

FICHA TÉCNICA
Autor e intérprete: Gerardo Porión Director: Pablo Palavecino
Asistente dirección: Clara Hecker
Asistente técnico: Silvio Dándolo
Producción ejecutiva: Paula Muzzio
Producción general: Vanagamba
Próximas funciones: Sábados de octubre en La Gloria Teatral (CABA).
Vanagamba es una compañía de teatro independiente y autogestionada del conurbano norte bonaerense que está festejando 10 años del estreno de su primera obra. Podés leer acá la conversa que tuvimos con Vanagamba: Vanagamba, diez años.
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