Hace unos días inauguró Lucas Maeder en el Rancho de la Carpincha, en Tigre. Una muestra gestada de la mano de Facundo Guerreschi. Así fue la experiencia de ver de cerca 7 son los días, 7 son las noches, que aún está montada y podés ver en la Carpincha.
Texto: Vale Lamat
(Podés entrar al texto, a la muestra, dándole play acá y leer con la ambientación sonora que tuvo 7 son los días, 7 son las noches en su inauguración)
Es la tardecita del domingo 30 de mayo. El Rancho de la Carpincha anuncia la apertura de la primera exposición del centro cultural con un invitado estelar, Lucas Maeder, quien mostrará una serie de 14 grabados digitales, oasis de tiempo en el cotidiano semanal, acompañado de buffet y música.
A la muestra fue H, un Timbó. Sacó fotos. Al otro día me contó un poco más detalladamente cómo fue estar ahí. Sentí que era preciso escribirles a Lucas y Facundo para saber más de esta muestra y visibilizarla. Es preciso y necesario acompañar a nuestres compañeres espacios y artistas.
Unos días más tarde nos juntamos en un Meet con los chicos para charlar de la muestra. Lo primero que pregunté fue si había algún texto curatorial, a lo que me respondieron que había un texto de invitación dando vueltas pero no un texto curatorial, o curaduría, a lo cual me sonreí y dije que sí sentía que había curaduría. La iluminación, la decisión del espacio, el montaje, el sonido, que me había contado H que había estado muy lindo.
«En cada una me zambullo en un pensamiento, un olor, algún ruido lejano, perdiéndome en los sueños fantasías del futuro en las que olvido el loop de tiempo que como sociedad hemos creado» Lucas Maeder
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Facundo Guerreschi Lucas Maeder
Arrancamos hablando de lo cíclico, de la sensación de la pandemia en que el tiempo se perdía, los días eran todos iguales, ya no existían, eran simplemente 7 días y 7 noches y todo lo mismo, según Facundo. Entonces Lucas nos contó que la serie es una serie pandémica, realizada en días de pandemia, él en su espacio. Cuadros dentro de cuadros, ciclos dentro de ciclos, todo a raíz de que la muestra se forma de 14 cuadros, 7 días y 7 noches.
La muestra comienza con un cuadro apaisado, los otros 13 son verticales. Este primer cuadro con que comienza la muestra es el cuadro que Lucas presentó para Timbó cuando le pedimos ilustrar el texto de Kartún allá y entonces. De este cuadro no tenemos fotos in situ, sólo hay fotos del recorrido que hizo Timbó y la obra que ilustra el cuento de Mauricio Kartún.
Cuando H llegó al lugar, contaron Facu y Lucas, ellos estaban recorriendo la muestra, después de haberla montado, como espectadores. La recorrieron en círculo, profundizando sobre cada imagen y, a su vez, sintiendo la perfección del trabajo realizado con el montaje y el espacio. Lucas dijo que el espacio era perfecto para esa muestra y Facu adhirió.
Los dos habían estado hablando semanas antes. Lucas está viviendo en la Patagonia y Facu en la isla. Se conocen hace añares y son amigos. Facu es parte de El Rancho de la Carpincha. Lo invita a Lucas y para Lucas esta es su primera muestra individual, o en solitario, como él dice, después de la pandemia. Lucas viaja al Conurbano por una semana, imprime, enmarca y juntos muestran esta obra tan minuciosa, laboriosa, detallista, de «grabado digital» en tiempos de pandemia.
Le pregunté a Lucas sobre la técnica de estos dibujos. Me contó que cada uno lleva mucho tiempo, que es la obra realizada durante los dos años de pandemia. Suele realizar los dibujos a mano y luego digitalizarlos y trabajar sobre las imágenes en digital hasta llegar a un original, la obra, que luego imprime y vende como copia original. Esto me interesa. Me gusta mucho la técnica, me siento afín.
Comenzamos entonces a hablar del recorrido de las imágenes. Por lo que me había contado H, la muestra se recorría de una forma tal que cerraba con la primera imagen. Como un juego, pensé. «Y sí. Hay algo ahí. Hay un momento», dice Lucas, «en que comienza a dibujar, se pueden ver estos momentos suyos en la obra, a veces los dibujos son de su espacio, a veces muy íntimos, a veces podrías verlo a él, a veces son surreales, agrega y agrega cuadros y más cuadros dentro de cuadros intentando dejar referencias y más referencias. Y mientras lo escuchaba hablar a Lucas, me hacía sonreír de afinidad y le dije: “¡Claro! Como un juego. ¡Es como el cuadro de las Meninas!”. Y Lucas me miró y sonrío y creo que ahí entendimos todo y hay cosas de las que ya no se habló mucho más.
Facu le preguntó a Lucas qué lo había sorprendido esa noche, algo que hubiera sido único, y Lucas dijo que siempre es una sorpresa el hecho de hacer una muestra, el recibir a cada persona, el transitar la muestra que él mismo hizo acompañando a quienes llegan, y cómo cada vez la obra se vuelve única, y la sorpresa de la perspectiva de ese otre recorriendo su propia muestra con él.
Lo escucho y siento que justamente todo esto es lo que retratan estos 14 dibujos. El recorrido. Cuando todo el camino y lo estudiado se pone de manifiesto. Ahí, a la vista de todes, con secretos y más secretos ocultos que tienen que ver con el conocimiento. Algo así como las cartas de tarot y le preguntó a Lucas si él tiene las cartas de tarot. Él las agarra y las mezcla, entonces le digo que un poco ser artista es como el mago del tarot. Volvemos a sonreír les tres, Lucas, Facu y yo, en el Meet, y sabemos lo que decimos y sentimos aunque estemos en tan distintos espacios geográficos.
Luego hablamos de la música elegida para la muestra. Eligieron el Lo-Fi como sonido constante en la muestra, una play de Lo-fi de Youtube con una gatita y una chica. Eso me causó mucha ternura y gracia. Obviamente amo el Lo-Fi, chiques.
Una muestra Lo-fi. Eso. Un pasillo en un espacio de Tigre hermoso, recién nacido.
Transformar un pasillo en una galería de arte. Me encanta. Me encanta que un trabajo tan tan tan laborioso, del talento de un gran artista y su decisión: que esta muestra se haya montado en ese espacio, lugar, tiempo y forma. Y digo más. Yo no conocía a todas las personas que forman parte del Rancho de la Carpincha. Facu me contó un poco su historia, que él era una de las personas que inició En breve, espacio autogestivo que sucedió en San Fernando con otres artistas. Me contó quienes eran parte del Rancho junto con él, entre ellas, Silvina Curbelo, compañera de la Timbó, luego Toto, Esteban, y otras personas que conozco de nombre y de la Timbó pero aún no en persona. Este hecho me alegró mucho. Me sorprende. Me gusta.
Lucas Maeder, artista y amigo de esta revista. Muchas ilustraciones que acompañan los textos de Timbó fueron realizadas especialmente por Lucas. Facu Guerreschi, teatrero, hay muchas leyendas sobre Facu y digo más, fue el primero en llegar al FesTimbó de este pasado otoño. Es un gran querido amigo de Timbó. Y yo, compañera de Timbó. Nosotres tres charlando, Lucas desde la Patagonia, Facu desde las islas del Delta Tigre y yo desde San Clemente del Tuyú.
Lucas dijo que lo más lindo de las muestras es el encuentro con les amigues y seres querides. Y que no hay nada mas lindo que ver la propia obra expuesta en un lugar fuera de su casa o cuarto y toda junta, lista para ser recorrida, vuelta a ver, que a veces hasta él se olvida de lo que dibujó, y lo escucho y comprendo que los dibujos a veces dibujan camino y que mirar estos dibujos es como volver a los estados, o ir hacia ellos.
Lucas dijo que había algo que lo había sorprendido y maravillado, se había cortado la luz esa noche (esas cosas con la electricidad, pensé yo). El corte de luz invitó a las velas y a la guitarreada. Nombró a varios amigues que tocaron ahí, como un fogón de amigos. Entonces nos volvimos a mirar les tres y comprendimos otra cosa. Creo que les tres sentimos la sensación de fogón y arte. Como festejar un cumpleaños. Es hermoso. Es como estar en casa. Como en el Rancho de la Carpincha.
Te mostramos el recorrido con fotos de lejos para que vayas a verla de cerca y en detalle.
7 son los días y 7 son las noches es una de esas maravillas y está al alcance de todes, aún está montada. Algunos cuadros afortunadamente y gracias a las personas que aportan al arte, se vendieron. Ahora Lucas está gestionando su próxima muestra en la Patagonia y a Facu le encantaría que haya otra muestra en el Rancho de la Carpincha, me cuenta la historia y de cómo va creciendo y desarrollándose el lugar. Le dije que me gusta mucho la idea de la galería de arte en un pasillo y que se vaya extendiendo, creciendo como el lugar.
Cuando nos dimos cuenta, ya eran las 10 de la noche, Lucas tenía que ir al cine, y Facu y yo que comer y dormir. Nos despedimos muy sonrientes del compartir.
Muestra: 7 son los días, 7 son las noches
Lugar: El Rancho de la Carpincha
Artista: Lucas Maeder
Gestor, curador: Facundo Guerreschi
La primera muestra después de dos años de pandemia. Nos volvemos a dar cuenta de la importancia de estar presentes. De la importancia de la materia. De poder ver la técnica desde cerca, poder tomar un vinito mientras escuchamos Lo-fi, dando vueltas y más vueltas entre las mismas obras que son cíclicas y son el tiempo en que Lucas Maeder pasó dibujando punto por punto, ¡y el arte! Que poderoso el arte capaz de reunirnos cada vez y celebrar juntos, poder decirnos, contarnos secretos, manifestarnos a través de este poderoso espacio de libertad y liberación. Por eso te volvemos a invitar a ir al Rancho de la Carpincha, a seguir y bancar a les artistas del conurbano, a los espacios que nos acobijan y dan lugar. Si te copa este contenido, podés aportar con un café haciendo click acá.
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